Nacen los paneles solares con forma de flor que imitan el movimiento de los girasoles
Está demostrado que las energías
renovables son una de las claves para asegurar un futuro sostenible para el mundo. Las llamadas tecnologías limpias para la generación
de energía, conjuntamente con el reciclaje,
son dos de los pilares fundamentales para el cuidado del medioambiente a largo plazo. Cada vez son más los avances
tecnológicos que nos permiten conseguir este objetivo, gracias, en parte, a
proyectos tan interesantes como el que sigue.
La Smartflower –“flor inteligente”- es
un innovador sistema de paneles solares móviles
y portables que mimetiza el
comportamiento de ciertas especies de plantas que siguen el movimiento del
astro rey, como son los girasoles.
Este nuevo invento funciona rotando sus módulos
fotovoltaicos en forma de pétalo, a
lo largo del día. Según sus creadores, la empresa austríaca Smartflower Energy Technology, esto permite que el sistema sea 40 o 50 veces más eficientes que los paneles fotovoltaicos
tradicionales, que suelen estar más limitados por su posición fija.
La compañía asegura que una sola Smartflower puede
producir el equivalente a las instalaciones de techo o cubierta de 4 kilovatios,
calificado como un hito para un producto solar independiente. La Smartflower está diseñada para el uso en residencias y en pequeños negocios, produciendo energía suficiente para hogares
de tres a cuatro personas. Además de tener un aspecto visual atractivo,
esta máquina está disponible en una gama de colores variada con nombres como “berry”,
“jungle” o “porcelain”.
La jornada de la Smartflower empieza con el amanecer,
cuando despliega sus paneles -pétalos- que están respaldados por cepillos que
eliminan el polvo o los escombros que se hayan podido depositar.
Girándose para encarar el sol en un ángulo de 90º, este
invento está basado en el sistema de geolocalización
GPS con seguimiento de doble eje para calcular y cambiar su posición óptima a medida que el día
progresa. Los módulos se pliegan por la noche, o cuando los sensores detectan
grandes vientos que pueden acabar dañando el sistema.
El modelo básico de Smartflower, que tiene un precio
alrededor de 14.700 € puede ser
usado en una gran variedad de configuraciones “plug and play” -enchufar y usar-,
incluyendo la recarga de los coches
eléctricos. Las versiones “Plus” incluyen almacenaje de batería que te
permite reservar energía solar para los días nublados.
Cerca de 1000 Smartflowers ya han sido instaladas
en sitios emblemáticos a lo largo de
Europa, incluyendo los Jardines Botánicos de Madrid y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Kufstein, en Austria.
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