Nace la primera planta comercial de extracción de CO2 del aire

La captura del dióxido de carbono del aire es esencial en la lucha por el cambio climático. Lo es aún más teniendo en cuenta el objetivo marcado en el Acuerdo de París que establece el mantenimiento de las temperaturas por debajo de un incremento de 2ºC respecto los niveles preindustriales.

Desde ya hace unos años, la empresa suiza Climeworks ha estado trabajando en una tecnología que permita la absorción del dióxido de carbono (CO2) del aire y la posterior venta a la industria agricultora y energética para su reutilización. Y, finalmente, han conseguido materializarlo en su producto final. La primera planta comercial Capturadora Directa de Aire (DAC: Direct Air Capture) situada en la parte superior de una de las instalaciones de recuperación de residuos que hay en Zurich (Suiza) ya es una realidad.



Encima de las instalaciones que se encargan de la incineración de residuos, Climeworks ha implementado su sistema DAC que está compuesto por tres contenedores de carga apilados con seis recolectores de carbono. El sistema de ventilación absorbe el aire hacia los recolectores a través de un filtro que separa el CO2. Una vez el filtro está saturado, es calentado hasta llegar a una temperatura cercana a los 100ºC, consiguiendo una versión purificada y concentrada.

A posteriori, Climeworks envía el CO2 capturado a, per exemple, un invernadero, que lo utiliza como medio para hacer crecer las plantas. Se calcula que cada año son capaces de suministrar 900 toneladas métricas de este gas a través de una tubería subterránea.   


En unas declaraciones recientes, el director ejecutivo y cofundador de la empresa, Christoph Gebald, dijo “Las altamente escalables tecnologías de emisión negativas (NET) son cruciales si queremos mantenernos en el objetivo de un incremento inferior a los dos grados centígrados marcado por la comunidad internacional”.

Cabe destacar la importancia de que el CO2 no se trate como un residuo inaprovechable. Los invernaderos no son las únicas entidades que pueden utilizar el CO2; puede ser usado para la carbonatación de bebidas o convertirse en un hidrocarburo combustible. Las industrias de automoción y de alimentación podrían beneficiarse de las capturas hechas por Climeworks.



Su meta final es capturar el uno por ciento del total de las emisiones de dióxido de carbono del mundo en 2025. Para hacerlo, el cofundador y director Jan Wurzbacher estima que necesitarán instalar 750.000 contenedores de carga colmados con sus recolectores de CO2. Argumenta que es la misma cantidad de contenedores de carga que pasan por el puerto de Shanghái durante un periodo de dos semanas, de manera que es un objetivo que la economía global podría asumir perfectamente. Climeworks asegura que sus plantas son modulares y podrían ser implementadas en cualquier lugar del mundo, significando un gran avance para frenar los efectos del cambio climático y cuidar el medio ambiente.

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