Los plásticos vertidos en los océanos podrían superar en peso a los peces en 2050
Esta fue una de las chocantes afirmaciones que hizo el secretario general de las Naciones Unidas,
António Guterres, -citando un estudio reciente- durante la inauguración de la Conferencia sobre los Océanos que se
celebra en Nueva York desde el 5
hasta el 9 de junio.
Representantes de casi 200
países se han reunido en la sede de la Organización
de las Naciones Unidas en motivo de un encuentro que se enmarca en el
cuidado del medio ambiente y que
tiene como objetivo analizar el estado
de salud de nuestros océanos y proponer
medidas para su mejora.
En su discurso, Guterres
promulgó unas duras advertencias
sobre la condición de los océanos a nivel mundial, diciendo que están “bajo amenaza como nunca lo habían estado
antes”.
“La contaminación,
la pesca excesiva y los efectos del cambio climático están
dañando severamente la salud de nuestros océanos” comentó Guterres. “Tal como
indica un estudio reciente, el plástico
podría sobrepasar el peso de los peces en el año 2050.”
Según el mismo secretario
general, los océanos, que son “el sustento” o “la savia” de nuestro planeta
están siendo profundamente perjudicados y
remarcó que la voluntad de la conferencia es “cambiar el rumbo” y resolver los problemas que “nosotros mismos
hemos creado”.
Celebrándose aproximadamente una semana después del anuncio
que hizo el presidente Donald Trump
acerca de la renuncia de los Estados Unidos a formar parte del Acuerdo de París, Guterres puso el acento en que “aunque todos los problemas del
océano son provocados por la actividad humana,
pueden ser revertidos y prevenidos con una acción decisiva y
coordinada”. De esta forma, añadió, los intereses
opuestos sobre el territorio y los recursos naturales no tendrían cabida en
la lucha por salvaguardar la salud de los océanos mundiales.
“Nuestro deber para con los océanos es una prueba de fuego para
el principio del multilateralismo” –
o la actividad conjunta de varios países sobre una cuestión determinada- dijo, “implicando
dejar a un lado los intereses cortoplacistas nacionales para evitar una
catástrofe global a largo plazo”.
Por su parte, el presidente
de la Asamblea General de la ONU, el fijiano Peter Thompson, puso en relieve la importancia de empezar a corregir las malas prácticas que nos
han llevado a esta situación comprometida: “hemos desencadenado una plaga de plástico sobre el océano que
está determinando la naturaleza de muchas maneras trágicas y es inexcusable que
la humanidad vuelque el equivalente a un
gran camión de basura de plástico en el océano cada minuto de cada día”.
Thompson también destacó que las prácticas de pesca ilegales y destructivas y los dañinos subsidios para la pesquería “están
llevando a nuestras existencias de pescado al borde del colapso”.
Reiteró la
evidencia científica que las emisiones de dióxido
de carbono no están solamente afectando al cambio climático, sino que también están causando la subida del
nivel del mar. A su vez, este hecho provoca que al agua se acidifique y que se encuentren menores niveles de oxígeno, afectando
negativamente a la fauna marina.
El presidente de Micronesia,
Peter Christian, en una aparente indirecta
a la decisión de Donald Trump de retirarse del Acuerdo de París, enfatizó la importancia
que supuso el acuerdo histórico: “Mientras algunos quizás continúen denegando
la culpabilidad de la humanidad por los efectos dañinos del cambio climático,
ningún hombre, pueblo o nación puede denegar que la basura que hay en nuestros océanos
es consecuencia de los humanos, y como tal, nos corresponde a nosotros limpiar
este desastre”.
Las acusaciones fueron llevadas un paso más allá cuando el presidente boliviano, Evo Morales, dijo a los comparecientes
de la conferencia que el gobierno de los Estados Unidos, una de las naciones “que
contaminan más” se ha convertido “en
la principal amenaza para la Madre
Tierra y la vida en sí misma” ya que “reniegan de la ciencia, dando la
espalda al multilateralismo e intentan hacer lo mismo con el futuro de las
generaciones venideras”.
El viernes, los cerca de 200 países que están participando en
la conferencia emitirán una propuesta de
actuación para abordar las problemáticas. Este documento urgirá a las
naciones a implementar medidas voluntarias a largo plazo para reducir el uso de los plásticos, estimular su
reciclaje, y contrarrestar la subida
del nivel del mar que amenaza la economía de muchas naciones insulares.
También contemplará medidas contra la complicación del aumento de las temperaturas del agua y su acidificación.
“La Conferencia sobre los Océanos es donde verdaderamente empieza la reversión del ciclo de declive que han sufrido nuestros océanos por
culpa de nuestras actividades acumuladas” dijo el presidente de la Asamblea General, Peter Thompson, con la intención de remarcar el compromiso con el
medio ambiente adoptado durante estos días en Nueva York.
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