La barrera flotante gigante que limpia los océanos de los residuos de plástico

En el océano, los residuos de plástico se descomponen en pequeñas partículas, que filtran y acumulan toxinas, como ftalatos o bisfenol A, causando enfermedades críticas y trastocando el sistema endocrino de los animales a lo largo de toda la cadena alimentaria. Lo más pernicioso de este hecho es que, mientras un cúmulo de basura puede ser eliminado físicamente, no es posible hacerlo con los minúsculos fragmentos en los que deriva el plástico tras su deterioro.

Una importante iniciativa que aspira a eliminar una de las más grandes áreas plagadas de residuos del globo, que se sitúa en el océano Pacífico y que concentra fundamentalmente plásticos desechados, puede servir de piedra de toque para hacer frente a este grave problema.

La fundación Ocean Cleanup, puesta en marcha por el estudiante de ingeniería neerlandés Boyan Slat, cuando tan solo tenía 20 años, anunció el desarrollo de su sistema en un evento que tuvo lugar en Utrecht a principios de este mes y que pretende arrancar en el siguiente año.

Boyan Slat comentó que la operación más importante empezará en 2018 en un sector conocido como “El Gran Parche de Basura del Pacífico”, una vasta amalgama hecha básicamente de residuos de plástico localizada en la parte septentrional del océano Pacífico.



El plan trazado es claro. El equipo de Ocean Cleanup usará una barrera flotante para empujar lentamente los plásticos hacia la orilla. La actualización del diseño original de la herramienta, galardonada en los premios Design of The Year del año 2015, permite que la barrera se mueva gracias a la corriente del agua, en vez de estar fija en el fondo marino. Una vez en tierra, los residuos de plástico serán reciclados y convertidos en productos vendibles para ayudar a financiar el proyecto.

“Pensamos: ¿y si en lugar de fijar el sistema al lecho marino, lo fijáramos en ese nivel profundo donde la corriente del agua no es tan fuerte?" dijo Slat. “El sistema empezaría a dejarse llevar por el flujo- pero esto es enteramente correcto porque siempre que se mueva más lento que el plástico, lo acabaremos recogiendo”.  

“La elegancia del diseño es que conseguimos hacerlo incluso más simple” añadió. “Se compone solo de una barrera, un ancla, dos líneas conectándolas y un punto central de recolección para el plástico”.


Una serie de barreras boyantes se desplegarán para acelerar el proceso. Slat cree que el nuevo sistema será más eficiente en término de costes y más efectivo, potencialmente reduciendo el periodo inicial de limpieza de 10 a 5 años.

Asimismo, reconoció su mejora en la longevidad, ya que el dispositivo flotante no tendría que resistir la fuerza del océano empujando en contra de él.

“Significaría que no tenemos la necesidad de bajar a 4 km y medio de profundidad, representaría que no tenemos que entender la composición del fondo marino, y también implicaría que el sistema no está fijado en una dirección, sino que es libre de dejarse llevar y orientarse por sí mismo exactamente en la dirección de la que el plástico proviene” concluyó Boyan Slat.



Las pruebas de testeo están programadas para que empiecen en el oeste de la costa americana para finales de este año 2017. El primer despliegue en “El Gran Parche de Basura del Pacífico” sucederá en la primera mitad de 2018- dos años antes de lo esperado.

La idea que dio origen al proyecto Ocean Cleanup se le ocurrió a Slat en 2011, cuando tan solo tenía 16 años, tras unas vacaciones en las que practicó buceo en Grecia donde pudo comprobar personalmente las grandes cantidades de residuos de plástico que había en el fondo del agua. El joven Slat desarrolló su inquietud por mejorar el estado del agua de los mares y océanos en un proyecto escolar, por el que recibió un premio de la Universidad de Tecnología de Delft.


Su organización a día de hoy cuenta con más de 100 voluntarios, incluidos científicos e ingenieros, y tiene el apoyo de otras 15 instituciones. Se financia gracias a donaciones y crowdfunding, método con el cual han llegado a conseguir casi dos millones de euros. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Llegan las primeras carreteras hechas con plástico reciclado

Nacen los paneles solares con forma de flor que imitan el movimiento de los girasoles

Un nuevo estudio revela que la contaminación por plástico en el Antártico es cinco veces peor de lo contado